ANONYMOUS FASHION
Una zona explorada por muchos, relegada para otros tantos, por
la caótica imagen que nos representa. Lejos de las suntuosas tiendas, los ‘intentos’
de impacto estético de hermosas vitrinas y las pretensiones de tener clase o
buen gusto. Si uno se da a explorar, brincarse la brecha económica o cerrarla un
poco y ver otras realidades, se puede encontrar con lugares como: San Victorino.
San Victorino es un barrio de la localidad de Santa Fe, en Bogotá,
que tiene una plazoleta muy famosa, al
frente de una estación de buses; que aloja una escultura del artista Edgar
Negret. Una estructura metálica que se acerca a una mariposa hecha en origami, cagadero
de palomas y rodadero de chicos, de los hijos de ‘empleados’ de este país que venden chicles y cigarrillos, niños que
van a ‘tardear’ los domingos con sus familias…
Alrededor de la plaza hay un auge comercial (ajeno a muchos)
exquisito, en 5 cuadras a la redonda se
puede conseguir prácticamente cualquier cosa que se necesite para hacer
accesorios de fantasía y bisutería (que luego se venden en centros comerciales
por 5 veces lo que cuesta hacerlos), vestir camas, organizar bautizos, hacer
que sus hijos vayan al colegio bien equipados, montar una piñata o una despedida
de soltero y vestirse.La moda de San Victorino es la moda rápida de escala popular. Producen mucho y barato, lo que allí se
vende alimenta regionalmente pueblos, caseríos y ciudades pequeñas, los llenan
de encanto, de moda (rezagada, o al
menos eso tengo entendido) pero último grito para quienes hacen parte de este
nicho de consumo; los alimentan de cosas
que ellos encuentran lindas, con las que se embellecen, se expresan y con las
que construyen identidades, apariencias, algunas con las que, no estamos de acuerdo a los que nos atraen otros nichos de mercado.
Empresarios representados a título de “coleccionistas”
producen "lo que la demanda local les pide" y la tan reconocida últimamente como ‘narco estética’, hace parte fundamental
de la demanda, ¿Culpamos a los narcos? ¿Culpamos al
gobierno? ¿Sera que algo tendrá que ver nuestro 'elaborado
y completo' sistema educativo; la pobreza, la imposibilidad de poder alcanzar
otros estándares? Por ahí dicen que uno nace con buen gusto, así no
provenga de una cuna rica, y eso es ciertamente posible, pero casi como avistar estrellas
fugaces, este evento no es cotidiano. ¿Tener acceso a la información y
la educación ayudara entonces a que uno se vista di-vi-no, o que una feria deje sus formulas clásicas?
Alejándonos de debates del tipo de si los 'symbol' (jeans sin bolcillos, strech
con levanta cola) deben ser abolidos o no.
Un centro comercial del sector congrega 700
marcas de moda, que se presentaran en 60 expositores que en 1200 metros
cuadrados mostraran ‘su oferta a la demanda’. Enmarcados en una feria, la feria
del GranSan (Centro comercial GranSan Victorino) Ubicado a pocas cuadras de la
plazoleta y que en días de su famoso madrugón dice vender más de 3000 millones
de pesos con transacciones solo en efectivo (una ‘cualidad’ que a la postre podría
no ser lo más correcto. Pero “business are business”). El tema de esta feria de confección
mayorista en su cuarta versión es ‘te
vestimos de emoción Colombiana’. (Puede preocupar sabiendo hasta donde logran llevar las emociones algunos colombianos).
Dentro de esta versión la organización ha encontrado interesante
sentarme a conversar junto con algunos
reconocidos personajes de la industria local
en torno a la frase “De Paris a San Victorino”, así como a ser jurado de
la convocatoria ‘arma tu look’ en la que participaran los diseñadores de las marcas del GranSan. Un evento
que induce grandes expectativas y ansiedad a puertas de cómo contribuir a un
nicho de mercado de moda rápida con deje popular, como hablarles de Paris, del
lujo, de fusilar tendencias y no marcas, de colores, referencias culturales, diseño,
estructura, funcionalidad, de medios en línea, información, imágenes de inspiración,
de decantar propuestas.
¿Cómo
venderles la idea de alimentar los
confines rurales de Colombia con estéticas pulidas? Es una gran
iniciativa, un buen y celebrado comienzo. Un reto, cambios para una audiencia, que en caso de empezar a darse quizás no está preparada para ello (Suplen un
nicho, y también cabe reflexionar que tan acertado es querer cambiarlo) Si la demanda no cambia la oferta tampoco (Aquí hay es que educar a las personas del común, sobre el abanico global de posibilidades existente, para que así le exijan a un mercado que les responda a lo que ellos quieren). Aunque si el mundo del lujo, que afecta residualmente todo el esquema mundial de la
moda, parte inicialmente cada temporada de la oferta
creativa que las marcas le hacen al planeta
entero, no veo por qué San Victorino no puede empezar por transformar su oferta
para tener un impacto en la demanda, incluso, transformar los procesos
productivos por los que pasa para luego poderla suplir y, así poner productos globales
y asequibles en masa, al menos lograríamos que la moda rápida local quizás
amplié sus nichos de mercado o deje de ser un montón de nombres incógnitos para
muchos, se hagan más solidas y salgan del anonimato.
Comments
A mi lo que me sorprendió del GranSan es que si es posible complacer a los que se placen de tener esa cosa tan relativa llamada "buen gusto", y que aquí siempre ha sido segmentada, mejor dicho, aquí eso se puede ver en la calle y catalogar, tácitamente. Es posible, como dijo otra blogger, si uno aguza la mirada. Hay piezas muy interesantes. Y reinterpretaciones que para ti y para mí podrían ser desconcertantes, pero para muchas mujeres colombianas son una maravilla, y eso es lo que hace al GranSan un lugar encantador: Si, puede que en jeans y en otras piezas posea todos los vicios que varios bloggers hemos criticado en cuanto a siluetas masivas, pero también es posible ver cómo la creatividad puede reflejarse en las producciones en masa. QUe se vendan de la manera acostumbrada, es otra cosa, pero si, si se puede acceder a piezas arriesgadas.
En fin, me gustó mucho tu reportaje. Te quedo debiendo el mío, ya para este fin de semana.
Lux.
Estoy de acuerdo,un ejemplo de cómo se enseña (en este caso al consumidor y no al productor) a acceder a las tendencias a bajos costos es lo que está haciendo el Éxito, que se suma a las marcas que empiezan a trabajar en el plano de los contenidos y la interacción en un intento por vincular a las personas e involucrarlas a nuevos procesos de compra. Para lo que su estrategia de comunicación incluye capsulas televisadas que arman looks sintonizados con el momento o ejercicios como el de VanguardStyle en donde se filtra la oferta para rescatar aquello que desde presupuestos reducidos se ajusta a la demanda global. Pero el papel de quienes producen y que proponen también es clave.
Lux